Capítulo 37: Yo ya he estado aquí

Son las nueve de la noche del 25 de noviembre de 2012. Hace una hora que han cerrado los colegios electorales en Cataluña. Con el 95% escrutado, Artur Mas arrasa y consigue la mayoría absoluta.

—Llega tarde.
—¿Perdone?
—Llega tarde. Habíamos quedado a las ocho.
—Sí, lo siento. Verá, tengo un dolor de cabeza muy raro...
—Sí, lo... ¿Cómo?
—La cabeza, parece que me va a estallar, pero para adentro...

Mira a su colega como si yo hubiera dicho la cosa más rara del mundo. Son dos tipos trajeados, apostados en la puerta de la sede central de Convergència i Unió en Cataluña, Barcelona, calle Còrsega, número 331.

—En serio, ¿me podéis conseguir una aspirina?
—Sí, un momento, por favor... Tenemos que comprobar una cosa.

Se lleva la mano al pinganillo que lleva en la oreja y dice algo en voz baja, como haciéndose el interesante, o el imprescindible, o que está en el ajo. El otro pone cara de estatua de mármol, con la mirada fija en el infinito tras sus gafas oscuras. Detrás de mí: cientos, miles de simpatizantes exaltados, con banderas, pancartas y altavoces.

—Ya puede pasar, señor. Perdone las molestias.
—¿La aspirina?
—¿Cómo?
—Necesito una aspirina...
—Ya...

Dentro, me abro paso entre decenas, cientos, de militantes que celebran con alegría la victoria de Convergència. Y aparece Mas.

¿Conoce la sensación del déjà vu, verdad? Yo ya he estado aquí, en sueños, quizás. Rodeado de abuelos con corbata, abuelas con pieles y jóvenes con jerséis y esteladas en pleno desenfreno. Se escuchan vítores, las banderas ondean, la música es estridente y la luz, cegadora. Artur Mas, presidente de la Generalitat de Catalunya, tras un atril, alza los brazos al cielo y abraza a toda esta gente con un gesto simbólico. A mí también y siento... el móvil. Me vibra el móvil. Es un mensaje de un número que no reconozco. Pone: “¿Has traído la foto?”.

Alzo la vista hacia el centro de la sala, y allí está Artur Mas, mirándome, sonriéndome, señalándome con su dedo índice. Como diciendo algo, como diciendo:

—Sí, tío. Sí.

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