Capitulo 16: Jonah se cae a pedazos

El Bamboleo de Julio Iglesias vuelve a despertarme. Son las doce de la mañana del 25 de noviembre de 2012. Ayer escribí un artículo de puta madre y me tiré a la Muerte en un lavabo de Razz. Hoy Artur Mas, presidente de la Generalitat de Cataluña, va a volver a ganar las elecciones.

Deambulo por la casa a oscuras hasta que encuentro las fuerzas necesarias para levantar la persiana. El sol de invierno entra por la ventana y es como si estuviera todo un poco más vivo, yo también. A través del cristal veo mucho ladrillo; balcones, ventanas, estructuras alzándose hacia el cielo... Un hombre fuma melancólico apoyado en su barandilla, unos niños juegan en su habitación, una mujer cocina mientras canta algo de Sabina. El domingo es lo único que me parece real últimamente.

Abro la nevera y agarro una mediana. Mientras me la bebo, caliento un trozo de pizza  en el microondas, ese aparato tan infravalorado. Sobre la mesa del salón descansan aún el periódico de ayer y los tebeos de Spiderman que compré el otro día. Ojeo uno de ellos, atraído por el drama familiar de la portada: el doctor Octopus a punto de vencer a Spiderman mientras Mary Jane corre a socorrerle y la tía May contempla horrorizada la escena desde el porche de su casa. Es de noche, ha nevado, y Octopus se protege del frío con una elegante bufanda de color marrón. La portada es de Sal Buscema y se trata del número 273 de la edición de Cómics Fórum de Spiderman, El Hombre Araña. La historia que contiene se titula Dedicación (o Jonah se cae a pedazos). En ella, Octopus atenta contra Jonah Jameson y su querido Daily Bugle, ese símbolo moderno de “monstruosidad egoísta”, en palabras de Octopus. Pero el rudo editor del periódico para el que trabaja Peter Parker sólo se desmorona cuando el doctor ceja en su empeño de destruir el Daily Bugle y centra sus esfuerzos en la mujer de Jameson. Es entonces cuando una carrera de éxitos parece no valer nada, uno se quita la máscara, los cimientos se tambalean, la insoportable levedad del ser...

Me como la pizza y me bebo otra cerveza. Me ducho, me pongo un chándal y bajo a la papelería del barrio a comprar el periódico. Nada especial: las elecciones se calientan, la dimisión de Rajoy se enfría y el libro de Puche es un éxito de ventas.

—¿No tendrá el nuevo libro de Paco Puche?
—Sí, claro.

Es un pequeño libro de apenas 60 páginas. Con las tapas rojas y la sombra alargada de un hombre en la cubierta. En la página 44 se lee un poema titulado Apocalipsis:

Tiré de la cadena.
Fuera acontecía el fin del mundo.

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